Vestigios que vamos dejando en una pantalla, obedeciendo a una necesidad interior de comunicar, de no archivar en el olvido, de ser gratos con lo vivido y con lo que queda por vivir
miércoles, 28 de julio de 2010
MADRES Y MAESTRAS
El año pasado las dos nos encontrábamos en la dulce espera, con los síntomas propios del embarazo. Ahora, Marlene es madre de su tercer hija y yo del primero. Trabajamos juntas hace varios años y me alegra tener una amiga y buena compañera de trabajo, pero ahora más, porque ella también pasa por parecidos retos que los míos: cambiar pañales por ejemplo y preparar clases por otro lado.
En esa banca de la plaza de Ocoña falta Milagritos, donde esté, la extrañamos y queremos mucho.
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