SINOPSIS



Vestigios que vamos dejando en una pantalla, obedeciendo a una necesidad interior de comunicar, de no archivar en el olvido, de ser gratos con lo vivido y con lo que queda por vivir





jueves, 20 de junio de 2013

NIÑOS, HOSPITAL Y ESPERANZAS


- Su hijo tiene que internarse. -quedaste fría, no lo podías creer y respondiste con una lágrima y un qué pasó-

Tu pequeño que en unos meses cumpliría cuatro años tenía su vía lista para los corticoides, el suero, en fin. Tus días fueron tensos, muy tensos. Dormiste en el hospital al pie de tu niño como las otras mamás que también acompañaban a sus hijitos, aunque ellas no tuvieron el reemplazo del que tú gozaste, tu hermana se quedó también con Santiago y pudiste descansar en casa un par de noches. Días muy fuertes, como cuando diste a luz, con la diferencia de que aquel día a pesar de todo primaba la alegría por su nacimiento. Santi estaba muy triste e iracundo, dijo que ya no te daría más flores y que todos eran malos...

Pero cuando llega la luz, llega bien y la trajo una de esas personas de las que uno no espera nada, al menos tú y peor aún cuando gozaba de tu antipatía. Y apareció con juguetes para todos los niños sin excepción, entonces la alegría volvió a tu hijo, jugó, rió y te aseguró que te daría más flores. Los dos, tú y tu hijo estaban muy contentos en medio de la enfermedad. Lo olvidaba: todos los niños del piso estaban alegres, especialmente unas mellizas que jalaban sin cesar sus largas muñecas por los pasillos. Pero además tú reconocías que esa persona con diferentes ideas políticas a las tuyas, les llevó felicidad a los niños del hospital. Gracias congresista.

Vivieron muchas cosas nuevas, pero lo que más no puedes olvidar es la gratitud con la familia que te acompañó y el personal que fue atento y profesional (no son todos pero son).