SOLO UNA MUJER SALVA A OTRA MUJER?

Mi regalo de cumpleaños vino con un mes de anticipación. Su nombre es Leonel Antonio y cada gesto suyo, sus miradas, sus sonrisas fugaces, sus llantos son una sonrisa inevitable en mí. Aunque es una alegría ser madre por segunda vez, también trae consigo lo que llaman cosas del embarazo y crisis posparto y en esos momentos, ellas están y están con todo. Son de las 3 de la madrugada de mi cumple y ya no puedo dormir pensando en cómo agradecer a quienes han estado a mi lado escuchándome en esos y otros momentos críticos. Entonces pienso en escribirles algo donde quede mi gratitud y de hecho el compromiso con retornarles su atención. Mi hermano mayor dice que sólo un paciente psiquiátrico entiende a otro paciente psiquiátrico lo mismo debe suceder en la mayor parte de casos. Ojalá, claro, pudiésemos entendernos entre seres humanos. Pero mientras nos entendamos: Quién comprende a una mujer verdaderamente? Sólo otra mujer. Por eso, mi gratitud a mis hermanísimas Rosa y Bertha por su apoyo incondicional, a mi mami por su comprensión y ejemplo, a mi prima Bertha por su cariño y dedicación, a mi madrina Lourdes por su atención y escucha comprensiva, a mi amiga Mirtha por su locura. En suma, a todas ellas por la fuerza que me dieron para recordar que la vida es coraje, es fortaleza y requiere mucho sentido del humor (el cual es un reto para mí muchas veces). Entonces, puedo celebrar mi cumpleaños muy agradecida con la vida y con Dios.